a traves del cristal 2007
Galería Fernando Serrano, Trigueros, Huelva.
Colores que son señales de ese otro mundo que es el verdadero. Javier del Amo
Foto/metacrilato con hilos y pintura. Medidas variables
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Mercedes Lara –que sufre gozosamente una mezcla infrecuente de honestidad y talento, virtudes habitualmente divorciadas- llega a la India.
No quiere fotografiarse en el ponderado Taj Mahal, ni en las aguas primordiales de Benares, ni junto a un santón; tampoco quiere comprar joyas, ni chales de Cachemira-…tampoco se bañará en la piscina del hotel de 5 estrellas, mientras a pocos metros, en la calle, millones de mendigos corren perseguidos por el hambre y por dioses con cara de elefante.
No: Mercedes busca allí, en la tierra sin color, en las calles que huelen a pimentón y gasolina mal quemada, el color.
El color primero, el color que nació antes que nacieran los colores, el color que no necesita luz para iluminarse.
¡Ay, que sensación suprema al ver estas piezas pictóricas, donde el rojo es la sangre prehistórica, el azul es el del mar antes que lo hiciera Yahvé, el amarillo el del amanecer suave y quimérico del primer día de la creación.!
¡El color!: no el del arco iris, ni el de los pintores de los Museos, sino el de los espíritus que nos hablan al oído, nos llevan a situaciones imposibles, y nos traen la libertad, y la risa.
¡El color!… que da forma a lo sin forma, música a lo mudo, movimiento a lo quieto.
El color que Mercedes, niña perdida y hallada en el Templo del Arte pictórico, exhausta y recién nacida, supo hallar.
Colores que son señales de ese otro mundo que es el verdadero.
Mundo, universo, que ocultamos, negamos, en la fuga de las cárceles del yo que descubrió Aldous Huxley.
Que estos cuadros –microcosmos que son macrocosmos- nos lleven mas allá –incluso- del indecible placer estético.