H2O, 2016
Museo comarcal de Daimiel. Ciudad Real
Comisario Jesús Sanchez Mantero.
El agua como origen y ciclo de la vida
Instalación con hilos de algodón en la pared. Medidas variables.
Porcelana de Limoges biscuit y papel porcelanico esmaltado a 1260º y dorado al tercer fuego con lustre de oro.
Fieltro cosido y pintado con acrilico/Dm dorado con pan de oro. 100x70cm
-
Mercedes Lara Garzas regresa a su tierra. En esta nueva intervención artística toma como punto de partida y pretexto el agua. Un caudal de reguero imaginario se diluye y nos inunda como un soberbio torrente hilado de orilla a orilla en el patio del museo comarcal.
Esta singular representación del agua se baña en claves habituales para nuestra artista: ritmo, vida, luminosidad, movimiento y caducidad. Estos parámetros dan la mano a una poética que traduce un lenguaje maduro de aspectos que Lara domina a la perfección como son luz, tiempo y espacio, tan habituales en toda su trayectoria. Espacio, tiempo y luz inseparables en sus proyectos pero en esta gran pieza hilada, minuciosa, detallista y muy trabajada la daimieleña además se apoya en la cambiante vibración de los hilos para interpretar con sutil belleza una cascada que renace constantemente. Con inagotable flujo este agua nos ahoga de nuevas sensaciones, es una poesía humedecida de ficticios versos para llegar a trastocar nuestros sentidos. Este mágico caudal imaginario es un alarde sin límites para crear una catarata de emociones. En esta ocasión, una vez más, el simbolismo es el juego con el que la artista nos anega e incluso hace que nademos contracorriente a lo inútilmente estipulado a lo banalmente impuesto. Mercedes obliga de esta manera a un ejercicio interpretativo que sea coherente con lo simplemente bello, en una apasionada estética ausente de estériles cláusulas impuestas. Este fantástico chorro simulado es un derroche sin fondo para crear una cascada de interpretaciones que emparenten con una estética sin límites. Eso si, es una corriente hídrica apta para todas las subjetividades posibles en las que el color dorado viene a redundar en el bien preciado que la propia sustancia liquida comporta.
La artista sigue mojándose y empapándonos a la vez de otras realidades acuáticas con las dos piezas que completan esta muestra de carácter íntimo. En la primera de ellas utiliza paño industrial para bordar un mapamundi de roja superficie fluvial que bien podría enmarcarse en terrenos propios como nuestro río Azuer pero que no tiene por qué serlo estrictamente y podría transcribir al azar un espacio o depresión donde el agua fluye en cualquier parte del mundo. Es sin más pretensiones la representación de una arbitraria vía de agua de una zona acuática que mana en el mapa global terrestre. Un área en un barranco hídrico que parece sacado de los espacios de fieltro que realizara Joseph Beuys. Para la segunda de las piezas que completa esta intervención la artista utiliza la cerámica de limoges como soporte para ríos imaginarios, afluentes mágicos o antojadizos lagos que recorren con una inusitada retórica en oro los seis planos redondeados que como prodigiosos recipientes acogen estas siluetas embarcadas en áreas hídricas que pueden definirse en una secuencia pormenorizada de cualquier gran río de la tierra.
El agua como origen y ciclo de la vida fluye en estas tres piezas en un preciso epítome de la peculiar caligrafía de Mercedes Lara que, una vez más, consigue transmitir su intenso río interior invadido y plagado de emociones artísticas.
Jesús Sánchez-Mantero Gómez-Limón